M. Wong
“Temo a que antes de que usted vea la pintura me crea arrogante y presuntuosa…usted cree que merezco su lástima porque el nombre de mujer levanta dudas hasta que su trabajo es visto”.
Artemisia Gentileschi
Realmente existen pocas palabras para describir a uno de los personajes más importantes en la constante lucha de la emancipación femenina. Artemisia Gentileschi, una mujer de carácter indomable y representante por excelencia de la pintura barroca, su figura destaca (e incluso llega a opacar) entre las artistas gracias a su incansable lucha en busca de justicia y trato digno. En una época en donde la mujer tenía prohibido pisar las academias de arte, ella se convierte en la primera, rompiendo así muchas costumbres y tradiciones de la época, razón por la cual fue falsamente acusada y difamada para ser lamentablemente condenada al olvido, actualmente su figura ha sido motivo de un continuo estudio para reivindicar su posición en la historia.
Los inicios de la musa
Artemisia Lomi Gentileschi nació el 8 de julio de 1593 en Roma, hija del pintor toscano Orazio Gentileschi y de Prudentia Montone, se convierte en la joven matriarca de la familia a la edad de doce años, después de perder a su madre y ante la negativa de su padre de volver a contraer matrimonio. Este suceso sería crucial en la formación del carácter fuerte y rebelde de Artemisia, quien, en contra de los estándares de la época buscaba obtener un trato equivalente al de sus hermanos. Fue así que desde muy pequeña se transformaría en la mejor alumna de Orazio Gentileschi, quien a su vez gustaba de seguir los preceptos desarrollados por el infamemente famoso Michelangelo Merisi de Caravaggio. Acudiendo como aprendiz al taller de su padre e Imitando su estilo, los primeros trabajos de Artemisia no tardaron en demostrar que era capaz de dominar con maestría una de las técnicas favoritas del barroco, el chiaroscuro, a lo largo de su trayectoria el uso de las luces y las sombras en un estilo propio y diferente a l de los seguidores de Caravaggio se convertiría en un sello característico de su obra.
Artemisia, las alas rotas
Decidido a cultivar el talento de su prodigiosa hija pero consciente de su condición femenina que la imposibilitaba de recibir instrucción en la academia de arte, Orazio decide pedir ayuda a Agostino Tassi, pintor destacado en el área de paisajismo, para que continuara con la educación particular de su hijaen el taller familiar para aprender más sobre las técnicas de perspectiva. Pero lo que Orazio no sabía es que esa decisión marcaría para siempre la vida y obra de Artemisia. En 1610 a la edad de 17 años Artemisia fue abusada sexualmente por Tassi, quien, aprovechando que su padre y hermanos se encontraban fuera de la ciudad, sobornó al chaperón de su alumna y lo convenció de que los dejara tener una sesión privada.
El relato de Artemisia quedaría registrado en el tribunal de roma el 6 de mayo de 1611, proceso 7 sobre 104, 1612, folios 270-448:
“Cuando llegamos a la puerta de mi aposento, él me empujó y la cerró con llave y después de cerrar me arrojó al borde del lecho dándome con una mano en el pecho y me puso una rodilla entre los muslos para que no pudiera juntarlos y levantándome la falda, me puso una mano con un pañuelo en la garganta y en la boca para que no gritase […]después de que hubo su contento se quitó de encima y yo, viéndome libre, fui al cajón de la mesa y me llegué a Agostino diciendo: ‘Te voy a matar con este cuchillo porque me has infamado’”.
En 1612, Orazio llevó a cabo el juicio en contra de Tassi, pero más allá del hecho de violación el tribunal se centró en el hecho de la ‘falsa’ promesa de matrimonio elaborada por Tassi debido a que ya era un hombre casado, además del robo profesional de ideas de Orazio. Este juicio fue uno de los primeros en su tipo y cambiaría para siempre la vida de Artemisia, quien, además de tener una experiencia nada cómoda en el tribunal también fue sometida a una extensa revisión pélvica y genital además de ser torturada durante su declaración con un artefacto que torcía los dedos de la mano para procurar que dijera la verdad en contra de su atacante. Cuenta que se le oyó gritar durante la tortura “Agostino he aquí el anillo que me prometiste”.
Orazio ganó el juicio y a Tassi se le exilió de Roma, acuasado además de intento de asesinato y robo, aunque el exilio no duró mucho ya que Tassi contaba con amigos en altos mandos y regresó poco tiempo después. Sin embargo, la reputación de Artemisia quedó destruida, fue difamada y acusada de seducir a los hombres, por lo cual para protegerla de tan precaria situación se realizó im-promptu su matrimonio con el pintor florentino Piero Antonio Stiattessi, que si bien no poseía las cualidades brillantes de artista como su esposa, si poseía un nombre respetable que le ayudaría a Artemisia a reivindicarse en la sociedad. Ya instalada en Florencia el matrimonio tuvo cinco hijos, pero para 1620 sólo dos niñas sobrevivirían, en 1616 Artemisia se convierte en la primera mujer en ingresar a la academia de diseño en Florencia, consiguiendo además la protección de Cosimo II de Medici como mecenas. Es en este periodo donde también comienza asociarse con personajes ilustres de la época como Galileo Galilei con quien mantendría correspondencia a lo largo de los años y Miguel Ángel Bounarotti el joven.
La obra, la historia
Una de las obras más tempranas de Artemisia revela el tema que marcaría a su obra, la referencia a figuras femeninas (en su mayoría bíblicas) enfrentándose a situaciones de sufrimiento que revelarían finalmente su fuerza interior. La obra “Susana y los viejos” fue pintada alrededor de 1610-1611 y estudios actuales develan que el dibujo preparatorio de esta obra puede estar relacionado con la experiencia de la propia Artemisia con Tassi. En 1612 Artemisia plasma su venganza contra Tassi en el cuadro “Judith decapitando a Holofernes” pintando su rostro en el de Judith y usando el de Tassi como modelo para Holofernes, haciendo una segunda versión del cuadro en 1614. Entre 1615-1617 Artemisia se retrata como la mártir “santa Catalina de Alejandría”, no se sabe si por decisión propia o por encargo, esta obra particular fue adquirida en julio de 2018 por la galería nacional de Londres y sometida a estudios de conservación. En 1624 la obra “Judith y su sirvienta” se convertiría en una expresión de la habilidad barroca por excelencia de Artemisia al igual que la obra de “Lucrecia” pintada en 1625. Finalmente su obra “alegoría de la pintura” pintada entre 1638-1639, logra algo que ninguno de sus contemporáneos hombres había hecho hasta entonces, hacer un autorretrato que la identificara con la versión femenina de este arte.
Susana y los viejos, 1610-11 vista del dibujo original con rayos X
Judith decapitando a Holofernes, 1614 y 1612 respectivamente
Autorretrato como Catalina de Alejandría, 1617
Judith y su sirvienta, 1624
Lucrecia, 1625
Alegoría de la pintura, 1637
El éxito de ensueño
En 1620 Artemisia se separa de su esposo y emprende un viaje que la llevaría a través de Roma, Florencia, Inglaterra (donde se reuniría con su padre y hermanos) y Nápoles donde finalmente fallecería alrededor de 1652-1653. En todos estos lugares Artemisia haría uso de sus habilidades para pintar encargos y retratos para los nobles de la corte, lo que la volvería la pintora más famosa de su época, logrando con el tiempo superar en fama a su padre. Sin embargo, la historia no fue tan benévola, pocos años después de su deceso su nombre fue cayendo en el olvido hasta casi desaparecer por completo, atribuyendo sus obras maestras al talento de otros pintores de la época como la pintura de Judith decapitando a Holofernes atribuida a Caravaggio, Susana y los viejos a su padre Orazio y más recientemente se descubrió en febrero de este año que la pintura” David y Goliath” atribuida a Giovanni Francesco Guerrieri es en realidad de Gentileschi. Es gracias al trabajo incansable de historiadores, conservadores y críticos del arte que Artemisia vuelve a enmarcarse como la pionera y luchadora incansable, retomando su lugar en la historia la galería nacional de Londres organizará una exhibición como 30 cuadros de la artista para conmemorar su aniversario (pero es 2020 so…. continuará).
Referencias
Márquez, A, (2018). Artemisia Gentileschi. Boletín de la exposición "Mujeres en el arte": Museo Soumaya fundación Carlos Slim pp. 28-32
Yorumlar